Si tratas de imaginar Kenya sin haber viajado nunca allí, lo que estás imaginando es Masai Mara. Este es el parque de los parques kenianos. Sus suaves colinas ondulantes tapizadas de hierba, las aguas chocolatadas del río Mara que hierven con el retozar de los hipopótamos, y la fauna rebosante, todo ello colma las expectativas de cualquier visitante que anhele contemplar los paisajes africanos retratados en películas como ‘Memorias de África’ o ‘Mogambo’.
Masai Mara está situado en el suroeste de Kenia y es una de las mayores reservas de vida silvestre de África. Junto con el Parque Nacional del Serengeti en Tanzania forman el más increíble y más espectacular ecosistema de África.
Salvando gustos particulares o requerimientos especiales, este es el parque que encabeza la lista de los obligatorios: ningún viaje a Kenya está completo sin una visita a Masai Mara. Es cierto que algunos animales, como leopardos o rinocerontes, no se encuentran fácilmente, al menos por uno mismo, y que los apasionados de la ornitología pueden saciar mejor su sed en otros lugares. Sin embargo, tanto leopardos como rinocerontes están bien representados aquí, y con más de 450 especies de aves, Masai Mara tiene poco que envidiar a los grandes santuarios de la avifauna keniana. No obstante, en una superficie que casi iguala la de la isla de Gran Canaria (1.510 km²) y con una ecogeografía diversa y compleja, perderse es infinitamente más fácil que divisar un leopardo o avistar una especie particular de pájaro en sus numerosas manchas boscosas.