Rjukan, es un pequeño poblado en el sur de Noruega. Pero este pequeño pueblo tiene un problema, debido a que se encuentra rodeado por montañas, durante casi 6 meses el pueblo no recibe luz natural durante el día. Casi 100 años este pueblo se ha quedado sin luz durante el periodo de septiembre a marzo, viviendo bajo las sombras de las montañas que lo rodean.

Uno de los principales fundadores del pueblo Sam Eyde, propuso solucionar este problema usando espejos para reflejar la luz del sol, sobre las casa del pueblo durante el periodo de obscuridad, un idea muy ingeniosa pero tardo un siglo en concretarse, debido a que esta idea fue un desechada por la construcción de un teleférico, que lleva a los visitantes a la cima de las montañas para que puedan disfrutar de unas horas de sol en su tiempo libre, sin embargo fue hasta 2013 cuando este teleférico dejo de ser tan importante.

Fue en 2005 cuando Martin Andersen un residente de Rjukan, se inspiró en el creativo proyecto de Eyde decidiendo llevar este proyecto a la realidad y proveer de luz a este pequeño pueblo.

Soslpeil ese fue el nombre con el que bautizaron al proyecto, el cual consistía en la implementación de 3 espejos que girarían sobre un mismo, siguiendo la luz del sol orientándose por la altura y reflejándolo hasta la plaza principal del poblado, este sistema está ubicado a casi 500 metros sobre el nivel del pueblo.

Este invento tan maravilloso, fue una gran mejora en la vida de los habitantes ya que les permite disfrutar de la tan preciada luz del sol durante todo el año. Este gran logro se alcanzó sin ni siquiera dañar el medio ambiente, debido a que el sistema funciona con paneles solares que se están cargando diariamente sin problemas, debido a que se encuentran constantemente expuestos al sol.

Debido a las características de este bello poblado, en 2015 la UNESCO le dio el título de patrimonio de la humanidad, y desde la implementación de este sistema que provee de luz al pueblo durante doto el año, ha ido aumentando considerablemente el número de turistas que llegan viéndose atraídos por tan deslumbradora historia.

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